CONFIAR, un tema que está dando vueltas últimamente. Aparece en varios sitios por escrito, en las velas que intencionan las alumnas y preguntas que me hicieron recientemente.

Hace pocos días se cumplieron 5 años de que comencé un gran viaje, sin pensarlo tanto comencé una vida nómade.

Viví unos meses en Menorca, luego otros meses en el Sudeste Asiático, dos años en Australia y aquí estoy, viviendo en Barcelona hace menos de dos años y pronto volaré nuevamente...

Lo que sí puedo decir que hice al irme a emprender una nueva aventura fue CONFIAR.
Fue un tema que tuve que trabajar mucho en mis últimos años en Buenos Aires, después de relaciones de desconfianza a mi alrededor que me marcaron.
Sobre todo, porque no estaba confiando en mí. Siendo infiel a mis propios valores, prioridades, deseos.

El último año antes de irme de Argentina comencé a trabajar el desapego. Necesitaba quitarme mucho peso de encima, sobre todo el de no estar eligiendo una vida que me ilusionara. No tenía un camino claro, algo que me apasionara o me motive en el día a día. Decidí irme en esa búsqueda.

Sin saber muy bien qué iba a hacer, elegí irme un año a Europa y tomarme una pausa de mi carrera - aunque llevaba la copia de mi título universitario apostillada, por las dudas -

Comencé un viaje improvisado, estaba muy feliz. 
Me sentía libre.
Aunque aún me acompañaba mucho equipaje y temas no resueltos.

Al mes de estar paseando por Italia y Grecia, la cuenta bancaria iba bajando, por lo que empecé a contactar amigas que conozcan gente en Islas Baleares a ver si podía hacer temporada allí - temporada de que? no estaba segura. Sólo sabía de un conocido había trabajado hacía unos años de camarero allí y se podía ahorrar bien -
Me encontraba abierta a lo que surgiera, que el universo me vaya indicando por dónde ir.
Después de enviar algunos mensajes, un amigo de una amiga me dijo que vivía en Menorca y que me podía quedar en su casa hasta que consiguiera habitación y trabajo. 

Y así fue siempre mi viaje, lo que era para mi fluía sin problema.

Después de 6 meses en Menorca trabajando mucho, algunos colegas me decían que al finalizar la temporada la isla se vaciaba, cerraba todo. Y muchos iban de viaje al sudeste asiático.
Pregunté si era seguro viajar sóla por allí - venia haciéndolo sola por Europa, lo que consideraba más seguro -
Si, es super seguro, ¡te va a encantar!

¿Y por qué no? Aún quería conocer más del mundo y culturas.
CONFIÉ y me fuí a viajar 4 meses de mochilera por el Sudeste Asiático. 
Qué viaje tan sanador, me llevó a momentos únicos de profundidad e introspección.
Experiencias hermosas que me nutrieron tanto. 
Y me hicieron CONFIAR más en mi misma y en mi proceso. 
Cuando era para mí se abrían las puertas de par en par, llegando propuestas. 
Cuando no... bueno quizás se me cerraban las puertas en la cara dejándome un poco dolorida.

Será también pensar en mi configuración Proyectora de Diseño Humano. Cuando actúo desde mi autoridad y alineada a lo que me gusta hacer, las oportunidades se me presentan a través de llamados, mensajes - recibo invitaciones - 

Pude sanar poco a poco el tema de la confianza.
Y es que si sé que soy una persona confiable para mi misma, la seguridad se afianza.
Cada vez tiene más sentido entregarme - ya sé que las invitaciones llegan cuando estoy en movimiento y en el camino correcto.

Todo mi viaje se trató de ir decidiendo qué vida quería tener. 
Lo único que sabía desde el principio fue que quería tener historias para contar.

Este camino me sirvió para crear un trabajo que me guste, un proyecto que me apasione y me motive para hacerlo crecer cada día.

Agradezco cada paso, cada acontecimiento que hizo que me entregue y confíe. Esa palabra que aún me cuesta algunas veces, pero lo recuerdo y me llega como una señal cada vez que aparece a mi alrededor. 


----------
Si quieres escucharlo en Spotify haz click aquí: Cartas al Viento en Spotify

✨ SHARING IS CARING ✨

Gracias siempre, Juli.
Regresar al blog

Deja un comentario

Ten en cuenta que los comentarios deben aprobarse antes de que se publiquen.